Vic, 26 Años
Verano 2013
Hacía años que me rondaba por la cabeza la idea de marchar unas semanitas a hacer un voluntariado en África. Son de esas cosas que siempre piensas que tienes que hacer, que tienes como aquel desazón dentro, pero que nunca encuentras el momento, y la verdad es que nunca encontrarás el momento perfecto … sino que el momento tienes que buscar tú. Así fue en mi caso. Me llegó a las manos la información de “Alblamoving” y no me lo pensé dos veces … de repente vi que ese era el momento y la manera de cómo lo quería hacer. Siempre he pensado que en cosas de estas no te lo puedes pensar dos veces, sino que tienes que seguir tu ilusión, tu motivación y sobre todo tus ganas de poder ayudar, transmitir y enriquecerse de todo lo que esté en tus manos y tirarte de cabeza a la piscina, porque si siempre tenemos que estar mirando los pros y contras de todas las decisiones que hacemos, el final pienso que nunca acabas haciendo lo que deseas.
Y así fue, decidí marcharme 3 semanas a Burkina-Faso justamente en el momento que recibí la información de “Alblamoving”. Mi destino, concretamente, fue en la ciudad de Bobo-Dioulasso a hacer un voluntariado de alfabetización en un orfanato (Associatione pour la Protection des enfants en Danger – APEDA) y dos asociaciones de mujeres (Association Climador Y Association Saramaya), y debo decir que antes de partir, poco de esta ciudad, así que lo primero que hice fue informarme un poco sobre el lugar donde me estaría tres semanas, y la verdad que me sorprendí gratamente. Todo lo que encontraba eran cosas positivas, grandes experiencias y sobre todo algo que me llamó mucho la atención: todo el mundo hablaba maravillas de su gente, y la verdad que no se equivocaron para nada.
Empecé la aventura un domingo 11 de agosto, y sinceramente el primer día, cuando estaba en el aeropuerto embarcando la mochila no las tenía todas … no por ninguna circunstancia especial, sino porque era una aventura y una experiencia que siempre había pensado que quería hacer sola, pero en el momento que te encuentras literalmente sola, la cosa cambia. Esta sensación embargo, sólo me duró un día, ya que en el momento de llegar allí, con tantas situaciones nuevas que te encuentras, con tantas experiencias que vives con un día, y sobre todo tan positivas, las cosas te cambian. Desde el primer momento me sentí como en casa, la gentileza y la simpatía de la gente de Bobo fue impresionante. El principio, todo hay que decirlo, quizás un poco descolocada, ya que con un día pasas por experiencias, sentimientos y visiones tan diferentes que esto es lo que más descolocado te deja, al menos para mí. Pero una vez conocí la gente que me rodeaba, los vecinos, las asociaciones, estaba como en casa … y todo gracias a que la gente de allí me hizo sentir así.
Durante las tres semanas en Bobo, por las mañanas iba a la Associatione pour la Protection des enfants en Danger – APEDA. Allí, me encontré con unos 50 niños, de entre 5 y 15 años, con unas ganas de aprender impresionantes! Así que “manos a la obra” y me dediqué a enseñar un poco de geografía, cálculo, las horas, alfabetización, etc. y sobre todo juegos y canciones, que no debemos olvidar que son niños con muchas ganas de diversión !! Espero que yo le enseñara cosas útiles, porque ellos, indirectamente, me enseñaron tanto! Su visión de las cosas y sus ganas de amar y hacerse querer me llegaron desde el primer día !!
Y por las tardes estaba a las asociaciones de mujeres, Saramaya y Climat d´or. Impresionante desde el primer día !! Ir a las asociaciones de mujeres era el que más respeto me hacía, ya que tenía la sensación de que habían vivido tantas cosas que yo me quedaba corta a su lado … pero desde el primer día me recibieron con los brazos abiertos, con muchas ganas de aprender y sobre todo con ganas de que yo también aprendiera cosas de ellas y de su país. Con ellas, empecé desde 0, enseñando las letras del abecedario, las mayúsculas, las minúsculas … los números y cómo se escribían y para llegar al objetivo final de escribir su nombre. Creo que lo importante fue que entre ellas y yo hubo una muy buena conexión, y todo gracias a ellas, ya que en todo momento hicieron lo posible para que entre todas nos divertía y pasáramos unas horas gratificantes.
Los fines de semana los dedicaba a hacer turismo por los alrededores de la ciudad con en Baba y en Salia, dos nativos y amigos de allí que me hicieron la estancia más agradable.
Dos personas de confianza, agradables y llenas de entusiasmo y con ganas de enseñarme todo lo que pudieran en aquellas tres semanas que pasaron volando. Fueron unas semanas muy intensas, positivas y sobre todo llenas de un aprendizaje indirecto tan gratificante que es una de esas experiencias que no olvides. Desde mi punto de vista, esta es una de las vivencias en la vida que te hace crecer como persona y que siempre llevarás dentro de ti.
La vuelta siempre se hace dura, ya que con un día vuelves a pasar por lo que pasaste el primer día de viaje pero al revés … te das de tantas cosas insignificantes pero a la vez tan importantes !!
En resumen sólo tengo buenas sensaciones, buenos recuerdos y una experiencia que me llevo para siempre, y con ganas de el próximo año poder volver a repetir !!! Dar las gracias a la Blanca y a Albert de “Alblamoving” por su organización y el entusiasmo que han puesto, para Baba y Salia por tratarme como una reina, y a mis vecinos, tan pequeños como grandes para pasar ratos divertidos a la “court”, y sobre todo a las asociaciones APEDA, Saramaya y Climador por su recibimiento y acogida ya la gente de Bobo para hacerme de su casa, mi casa.